ORGANIZACION MUNDIAL DEL COMERCIO – ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD

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Occidente, o sea, el Mundo, está en buenas manos. Nos tranquiliza la claridad de los criterios sobre los que se sostiene la seguridad de la Creación, la Humanidad incluida. En esta etapa final contra el Covid, con la vacuna ya en el MERCADO, la persona no es un sujeto de derechos, sino un cliente, un objeto o el objetivo, del que hay que sacar el mayor beneficio posible, tanto político como económico. Una pandemia de esta magnitud, como debe de ser, correctamente está bajo el espíritu de la ONU, que a su vez ha pedido a la OMC que garantice su puesta en escena. Tristemente para la parte del hemisferio empobrecido, resulta que la balanza de la OMC en sus funciones de árbitro entre las relaciones comerciales de Occidente, por
ejemplo con África, su balanza siempre se ha inclinado en beneficio del Occidente por encima del bien común de la Creación, Humanidad incluida.¡ No tiene por qué ser todo perfecto! Esa función de la OMC en cuanto a la balanza de la justicia comercial entre las facciones ya indicadas, posiblemente se base en que los occidentales saben sacar más valor de la materia que los africanos. Dejándolo en sus manos, las materias primas seguirían pudriéndose en el subsuelo, pisoteadas por la población en sus respectivos países. De ahí que, los pequeños detalles sobre: el precio de mercado, tanto de la materia prima, como la de la ya manufacturada; el de los productos agrícolas, los impuestos aduaneros de exportación e importación; empresas que lleven a cabo las obras de “expoliación” y demás, serán gestionados con toda la confianza del mundo por la OMC, quien a su vez
confía en la colaboración del buen saber y buen hacer de la Bolsa, los bancos y colaterales, como los infiernos fiscales. Ante semejante panorama, ese ladeo de la balanza, nunca mejor dicho, cae por su propio peso – como ya se ha mencionado, los pequeños detalles ganados a pulso. Para nuestra tranquilidad, la distribución de la salvadora VACUNA, está bajo el seguro mandato de la OMC. Y debe de ser la correcta decisión, ya que la OMS, por la naturaleza de su función, no sabría cómo proceder. Son sabidas las serias negligencias de la ONU e instituciones internas, en sus gestiones; pero nos consta que, esta nueva generación de funcionarios y dirigentes, ha sabido pasar página: no van a repetirse las atrocidades que se cometieron, hará unos 10 años, al interior de la ONU, por sus propios funcionarios en la distribución de los 60.000.000.000 de dólares para promocionar el desarrollo de los pueblos empobrecido: en ocasiones hasta el 80% ,y más, de la cantidad destinada a esa población, se quedaba en gasto de dietas y otros. El actual Secretario General de la ONU, en su discurso de Marzo pasado, sobre el compromiso de la ONU, con la gente ya muy pobre y que será aún más pobre por estar expuesta la covid 19, aseguraba que esos pobres al cubo, van a ser alimentados con productos ecológicos, con las vitaminas y proteínas necesarias. . . – como si se trataran de personas de Occidente, con la garantía de aquella página ya pasada. Y así, volviendo a lo que nos preocupa ahora, la VACUNA, ésta llegará al último africano, ya bien alimentado, garantizando el fin del Covid en África, por ello, en el mundo. Me imagino que pocos dirigentes de la UE tuvieron ocasión de escuchar las sabias palabras del Secretario General de la ONU, y posiblemente, menos aún de creer en ellas y tenerlas en cuenta, si es que llegaron a escucharlas .Lo que la docta televisión nos nuestra respecto al compromiso de la UE con África y los migrantes; África y las materias primas, África y la VACUNA, raya el vergonzoso suspenso. Es solo últimamente, quizás un mes, que en Occidente ya se comienza a oír hablar del binomio: África-vacuna, tanto en los medios de comunicación, como al interior de la UE. No dudo del conocimiento que la UE, la ONU; la OMC, la OMS. . . tienen
de las condiciones de la infraestructura africana en general. Saben lo difícil que va a ser que llegue la vacuna al “último pueblo”” y que llegue a la temperatura adecuada. Saben que a muchos millones de africanos no les llega la electricidad, ni el agua potable, ni la comida adecuada, pero sí los mosquitos y el agua sucia que transmiten infecciones, enfermedades
intestinales, la malaria. . . : muerte. Me imagino el respiro de estas sanas instituciones de OCCIDENTE, como la UE, si como he oído decir, es verdad que Cuba, ha producido una VACUNA que, además de ser buena, se mantiene a temperatura ambiente, lo que complementaria el ímprobo servicio de investigación de la Empresa farmacéutica Occidental – si África no está libre del covid, difícilmente lo estará la UE. Difícilmente los de a pie podemos competir con el saber los investigadores, de lo que todos nos orgullecemos y agradecemos. Pero los de a pie, si pueden y deben expresar su sentir ante las ONU respecto a las
patentes de las vacunas. Se podría exigir que la OMS sea la propietaria de las actuales patentes de las VACUNAS y facilite el que, en países menos prósperos puedan fabricarla, dado que incluso con el nombre de “genéricos”, son tan efectivas como las originales y mucho más asequibles a la economía familiar. ¿Cómo es posible que, la solución a un problema de magnitud universal, quede en manos de la empresa privada, sin referencia alguna a la conciencia universal? Si resultara que esta VACUNA del covid, fuera superior a la capacidad profesional y material, a los investigadores africanos, a buen seguro que,
con un mínimo de interés por parte de la nueva generación de la ONU, se conseguiría crear las condiciones necesarias, para que los profesionales locales llegaran a fabricarla. No sería la primera vez que India, África, África del Sur produzcan fármacos genéricos, aun enfrentándose a las oposiciones de los dueños de las patentes.

Y de ello, hasta La Empresa Farmacéutica occidental se podría alegrar por su compromiso con LA SALUD UNIVERSAL.
Por favor, no perdamos esta oportunidad única: la Sociedad nos juzgará a su tiempo.

Ángel

Permitidme una Nota Bene: Posiblemente no mucha gente tenga noticias de la actual guerra que está ocurriendo en Tigray, una de las naciones etíopes que compone el sistema Federal Nacional de Etiopía. A día de hoy la hambruna sigue siendo alarmante. Nos llegan llamadas solicitando ayuda económica para poder comprar comida, a la que la mayoría de la población, se calcula que unos 4.8 millones, no tiene acceso, dado que las fronteras están cerradas a todo tráfico impidiendo la entrada de comestibles, medicamentos, productos higiénicos, carburantes. . Los bancos, en su mayoría están cerrados. Desde hace un par de semanas, la gente de Wukro puede sacar dinero en la sucursal del banco en Makelle y en los mercados abiertos se
puede conseguir algo de los productos de los agricultores locales. Siento decir que, ni de lejos se acerca al valor nutritivo que va a ofrecer el Secretario General de la ONU. Nos piden, por persona y mes: 15 kg de grano: trigo, cebada. . .3 kg de cereales o similares: lentejas, alubias. . . y medio litro de aceite. El precio persona-mes anda por los 17 euros. A los que, en ocasiones habrá que añadir el transporte, la mano de obra de los que tengan que ir por los mercados. . . en total: 20 € mes-persona. En las conversaciones telefónicas que estoy teniendo con personas de mi entorno allí, el covid nunca ha sido mencionado ni como una mínima preocupación, incluso con personal médico. A mi pregunta sobre el impacto que estuviera teniendo, sus respuestas giraban alrededor: lo teníamos olvidado. Yo dejé mi casa allí, a finales de Octubre pocos días antes de que comenzara la tan inesperada guerra. Entre mis preocupaciones estaba la falta de comida por la poca cosecha debido a la escasez de lluvia y el
impacto de las nubes de langostas que no dejaban de molestar. El covid no entraba entre mis preocupaciones. De hecho los de mi entorno local me pedían, que dado el estado del covid en Europa me quedará allí.

Todos participamos de una mesa común en nuestra casa común; somos hijos/as de la misma Madre Tierra. Este hecho EXIGE que se les escuche y apoye. ¡Y si encima nos metiéramos con el sentir de nuestra Madre Dios! La guerra causa víctimas mortales, muchos miles; dejando a muchas más personas, como en el caso del Tigray, desnudas, con una mirada vacía, angustiada, dirigida, diría yo, a la Humanidad.

Gracias

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