Carta de Navidad

Carta de Navidad

Como cualquier padre, también Dios tiene sus sueños sobre sus hijos.

Uno de sus sueños íntimos es que siempre ha querido ser RECONOCIDO por sus hijos.  De hecho, en Belen,  a los pastores se les dijo que encontrarían al niño acostado en un pesebre.  El pastor sabe que,  en el pesebre, se alimenta al ganado, y a través del pesebre el ganado reconoce a su amo.  Jesús quiso ser reconocido como alimento para la humanidad. Los pastores creyeron y glorificaron a Dios. No así  la alta jerarquía política ni religiosa de su tiempo.

Desde muy  antiguo Dios mantiene ese  sueño suyo.  Ya Isaías ( 1,1-3) nos explica la decepción de Dios al no ser RECONOCIDO por sus hijos en su Creación, en sus intervenciones históricas, a la vez que comenta, como con celos que,  el buey y el asno reconocen a sus amos en el pesebre.

Jeremías por su parte (22,15-16) denunciaba a uno de los reyes de su época, obsesionado en construirse palacios de maderas preciosas en una situación de crisis económica, obligando a los obreros a trabajar sin salario alguno, a la vez que le recordaba que su padre, el rey Josia, tenia gastos materiales, los necesarios, pero que a la vez practicaba la justicia y el derecho defendiendo la causa del pobre y del indigente. Y Dios le recordaba, ¿No es eso el CONOCER a Dios?  En otro lugar de la Biblia, otro profeta también denuncia al rey de turno, Jehu, “No hay ya fidelidad ni amor, ni CONOCIMIENTO de Dios en esta tierra, sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a sangre”  (Óseas 4,1-2). En esta parte de su sueño Dios esperaba que se le reconociera en el humillado y se le defendiera – Nuevo signo de los tiempos, Dios se identifica con el pobre.

Jesús durante su vida también  unió el ser RECONOCIDO a la misericordia, justicia,  amor, armonía. . . A los amigos de Juan Bautista que fueron a preguntarle si  El era el Mesías o se debía de esperar a otro, Jesús les dijo que explicaran a Juan lo que habían visto y oído,  “los ciegos ven, los enfermos son curados, los hambrientos comen, a los pobres se les anuncia la Buena Nueva.”  No necesito argumentos teológicos u otros.

Jesús aceptó  ser RECONOCIDO Rey en la Cruz. Y desde su Cátedra, la Cruz, nos exhorta  a sus seguidores, “amaros los unos a los otros como yo os he amado, dadlo gratis pues gratis os ha sido concedido, perdonad como sois perdonados, dad de comer al pobre, sed hacedores de paz y de justicia.  . .” Y al que quiera seguirle le exige que cargue diariamente con su CRUZ, asegurándonos que,  en ésto CONOCERAN que sois mis discípulos. La obsesión  de Dios por el CONOCIMIENTO pasa a nosotros, los que nos proclamamos sus seguidores.

Millones de los suyos nos hemos lazando, una vez más,  a celebrar, ¿no será mas bien, festejar?,  su nacimiento que,  llevaba ya los visos de la Cruz.

Nuestra sociedad no es teocrática, pero muchos de los líderes políticos, económicos, militares y otros actuales se confiesan cristianos.  Y ¿qué decir de nosotros, la jerarquía religiosa cristiana? ¿CONOCEMOS a Dios, en los millones de parados, con índice cero de adquisición económica, en los otros millones de parados con mínimos rayando la miseria? ¿Y la incertidumbre que conllevan esos mínimos? A través de los profetas, Dios se sintió obligado a denunciar a las autoridades que abusaban de los pobres. Cuál es el reproche que Dios, horrorizado, nos lanza hoy? Sabemos escuchar a sus profetas, sus representantes, los sin voz que en silencio  van consumiendo su degradación humana?

¿Los que nos gobiernan con qué derecho se otorgan, con una vehemencia obsesiva,  sueldos, pensiones, dietas, privilegios, del todo injustos, pecaminosos, inhumanos, mantenidos, en parte,  a costa de unas miserables pensiones y con la complacencia de un  ridículo apoyo económico a los sin empleo?. ¿Quien les ha concedido el derecho de crear constituciones a  su medida,  en las que policías y militares los defienden ciegamente, en nombre de la democracia?  Pensiones de hasta 600.000 euros anuales concedidas a personas que han contribuido a crear la crisis económica de nuestros dias. En instituciones gobernadas por personas con semejantes pensiones, se han llegado a  dejar de devolver  a sus dueños, cantidades de 5.000 euros y menos que representaban todos los ahorros de personas pobres. ¿Celebraran la Navidad estas personas? ¿Se sentirán reprochados por Dios?

Me atrevo a pensar que la situación socio económica y religiosa en tiempos de Jeremías, Óseas, Isaías no era mas que una sombra de lo que hoy nos hacen vivir. ¿Considerara la constitución ladrones a unos padres que, hacen parte de ese millón de hogares sin sueldo alguno ni apoyo de desempleo si, en su vergüenza intima, se atreven a coger algo de alguna tienda o huerto, con que alimentar a sus hijos? El derecho a la comida esta por encima del privilegio, no derecho, a lo superfluo.  La misma constitución parece proteger a personas del entorno político, económico, religioso de las autoridades,  a las que se acusa de corrupciones, robos, malversaciones, por muchos miles de millones.

¿Y que decir de los 25.000 niños y más de 75.000 adultos que, diariamente,  mueren debido a la falta de un mínimo de alimentación adecuada?  ¿Y la venta de armas?  ¿Y la globalización?  ¿Y la cotización en bolsa de materias primas?  ¿Y los paraísos fiscales?  ¿Y la fuga de capitales? ¿En que ha quedado el sueño a la democracia,  del que tanto alardean las autoridades y cuyos efectos sufren los que ponen  su confianza en ellos, cediéndoles sus derechos? . . . Es imposible hablar de democracia en  una nación en la que no existe una sociedad civil, compuesta de poetas, filósofos, antropólogos, sociólogos, sicólogos, artistas, teólogos, economistas, periodistas, magistrados. . . apartidistas, aun cuando pertenezcan a un partido, a los que se otorgue la responsabilidad de hacer una constitución de corte democrático  y ante quienes tengan que responder los políticos y economistas. Servicio a la Sociedad por el que no recibirán beneficio alguno económico u otro.

Me atrevo a pensar que, la situación socio económica y religiosa en tiempos de los profetas mencionados arriba,  no era mas que una sombra de lo que hoy nos hacen vivir.

¿Y donde estamos  los profetas de estos tiempos últimos,  cuya vocación humano-divina es la de recordar que,  no hay dios que conozca a Dios en este desorden mundial? Que el sueño de Dios sigue vivo, como nos lo recuerda su dulce, casi etérea madre, Maria,  de nuestras devociones,  quien afirma, “ha despedido a los soberbios de corazón, ha destronado a los poderosos y exaltado al pobre, al rico lo despide vacío  y al hambriento lo llena de bienes”.

Los que hemos aceptado el riesgo de ser profetas y pastores,  al no ser capaces de inspirar a la Sociedad ni de denunciar políticas y finanzas injustas, nos hemos adaptado al desorden mundial, por mucho que lancemos documentos sobre justicia social, sin el mas mínimo compromiso.  Y nos justificamos alardeando del numero de fieles que aun acuden a nuestras liturgias, numero de comuniones anuales, bodas religiosamente  realizadas por mucho que no exista lo único necesario en todo compromiso matrimonial, el amor entre los cónyuges, primeras comuniones que resultan ser también las ultimas. . .

Y estos días de Navidad seguiremos ofreciendo a besar el piececito de un tierno niño Jesús de porcelana, sin sonrojarnos por esos miles de Niños Jesús, que diariamente mata nuestro sistema dado que sus madres y padres no consiguen alimentarlos adecuadamente.

¿En que ha quedado la imagen de la Santa Madre Iglesia?  ¿Se acercan como a tal, los millones de destituidos, sean nacionales o emigrantes?  ¿RECONOCEN en ella a Dios?

Alrededor del S IV la Iglesia tuvo la visión de cristianizar, en torno al Solsticio de invierno, la devoción pagana al Sol Invicto  por la de Jesús, Sol de Justicia. Y se creó la fiesta de NAVIDAD.  Dado el ambiente pagano de estos días navideños, posiblemente haya llegado el momento de pasar esta celebración a su origen pagano  y recuperar la celebración de la fe en la humanidad, en la paz y justicia, armonía y belleza por las que vivió y murió Jesús. Y asi el sueño de Dios Padre será hecho realidad, ser RECONOCIDO, a través de nuestro compromiso,  por hacer del mundo un hogar donde no falte el pan.

Muchas gracias por vuestro cariñoso apoyo.

Angel


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