“La alternativa Wukro”, el poder de la sociedad civil

“La alternativa Wukro”, el poder de la sociedad civil

La ciudad de Wukro tiene 37.000 habitantes repartidos en tres barrios. Cada uno de estos barrios tiene su propio parlamento, elegido por los vecinos. Los parlamentarios deben cumplir una serie de requisitos para poder realizar su labor: han de ser personas abiertas, capaces de escuchar y dialogar, y con un sentimiento de pertenencia a la sociedad.

No son políticos, ni personal contratado; todos son voluntarios y ninguno cobra por este trabajo. Repartidos en diferentes comisiones, los miembros de los parlamentos trabajan en diferentes aspectos del barrio: temas económicos, asuntos sociales, problemas de género, paz social, supervisión de obras (gastos, inversiones, plazos…), que se recogen en dos informes anuales.

“Una de las cosas que hacemos, es controlar que no haya corrupción”, aseguran en el reportaje. Para ello, evalúan y controlan los gastos e informan de ello a la sociedad. Los presupuestos son públicos y están expuestos en diversos lugares de la ciudad.

Estos tres parlamentos de barrio se reúnen en un cuarto parlamento, que engloba a toda la ciudad. Aquí es donde se gesta la vida político-social de Wukro y donde se escucha la voz de los ciudadanos. Y las decisiones que se toman no caen en saco roto porque, en la división de poder, se respetan los porcentajes y la sociedad civil tiene una representación del 51 por ciento, frente al 49 por ciento de los políticos.

“Los políticos nos respetan y nos tiene en cuenta porque trabajamos a pie de campo y porque tienen que rendir cuentas ante nosotros”.

En este sentido, Ángel Olaran compara este sistema de “gobierno” con el de los países que alardean de democracia, donde “una vez que has depositado tu voto “eres nadie”.

En el reportaje “La alternativa Wukro”,  que ha sido posible gracias al trabajo de Moriarti Producciones, Ingeniería para la Cooperación, la Agencia Vasca para la Cooperación al Desarrollo y el Gobierno Vasco, podrás conocer a algunas de estas personas y la importante labor que llevan acabo en sus barrios.

Terhas, Tsegay, Kiflomariam, Teklay, Gilmeskel, Meseret y Efrem son un grupo de ciudadanos que, como tales, quieren que la sociedad funcione. Puedes conocer su trabajo en el siguiente vídeo.

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