Navidad 2012

Navidad 2012

Hay toda una mezcla de sentimientos ante la proximidad de la Navidad esta fiesta que llego a nosotros con la tradición de un misterio intocable, lleno de belleza, amistad, armonía, espíritu de familia. . . Hace ya años que este incuestionable  espíritu  humano-divino ha ido dejando paso al espíritu civil, laico apoyado con la alegría mercantilista, consumista. Por su parte las Iglesias cristianas dan la impresión de no aportar  nada que favorezca la fe en  ese encuentro de la divinidad con la humanidad en el silencio, la sencillez, la desnudez y el compromiso.

Quizás  uno de los acontecimientos más sorprendente respecto a  la celebración de esta próxima Navidad sea la afirmación del Papa Benedicto que,  la mula y el buey no fueron testigos de dicho nacimiento.

Me atrevo a exponer algunos comentarios al respecto.

Siglos atrás se tuvo la brillante intuición de cristianizar la fiesta pagana de la victoria de la luz sobre la oscuridad (Solsticio de Invierno). Y así surgió la Navidad, el nacimiento de la Luz;  Jesus  Luz del mundo y Sol de Justicia.

Hay culturas, entre ellas la hebrea que, no celebran nacimientos, o cambios de años, o el culto a los muertos. . .  Y así, durante siglos la fecha del nacimiento de Jesus no fue un problema, ni la de su muerte, ni su tumba. Pasados unos años de su muerte y resurrección se escribieron los 4 evangelios, que no son biografías, sino una interpretación teológica de unos hechos históricos. Y así, Mateos teniendo en cuenta su comunidad cristiana, que provenía  especialmente del judaísmo, relata una versión del nacimiento de Jesus conforme a fe, la cultura del Antiguo Testamento de sus lectores. Sus lectore, acostumbrados a los géneros literarios de la época, no se preguntaban si Jesus nació en una cueva; si existió el censo; si había un pesebre. . . les fascinaba la interpretación teológica que había detrás de esas narraciones. No se preguntaban si Jesus, en realidad, entro en Jerusalén montado en un burro,   cosa que bien pudo haber sido, pero entendieron que dada su personalidad, su mensaje, le hubiera correspondido entrar sobre un burro y  no montado en un caballo, como correspondía a los poderosos de la época. El relato del nacimiento de Jesus es como un compendio del resto del evangelio. ( En nuestra cultura a nadie crea un problema el que en “ Los cipreses creen en Dios”, se afirme que, “ en Madrid no había tierra para enterrar a sus muertos”.)

También Lucas en su evangelio  entendió que era necesario relatar el nacimiento de Jesus, esta vez orientado a una  comunidad, en gran parte,  proveniente   del mundo pagano. Su mensaje evangélico insiste más en la sencillez;  en la misericordia de Dios; en  los últimos, marginados, malditos social y religiosamente  (los pastores, normalmente analfabetos, por no ser capaces de leer la Tora, la Ley Judía, eran considerados los parias, los últimos de la sociedad hebrea).Y esta espiritualidad del evangelio queda ya reflejada en los relatos del nacimiento de Jesus.

Entre los pocos símbolos del Antiguo Testamento que Lucas utiliza  esta el del PESEBRE, lugar en el los animales encuentran su comida. La noche del nacimiento de Jesus, los angeles  en el anuncio a los pastores  garantizan su noticia  con un signo:  “Encontrareis al niño en un PESEBRE “. En el relato teológico,  el PESEBRE es  el signo a través del cual los pastores reconocerán al niño.  Y lo adoraron.

El profeta Isaías fue el confidente de  una de esas crisis vitales que el Creador tuvo respecto a su pueblo Israel. Se le  ve ensimismado ante el poder de atracción que tiene un simple PESEBRE, en contra de la poca atracción que tiene toda su creación, para inspirar, atraer a sus hijos por El liberados. El Creador, poniendo por testigo a toda su creación como pensando en alto, suspira: los animales en el PESEBRE reconocen a sus amos. Y heme aquí, que mis hijos no me reconocen ni en la Creación ni en todo lo que por ellos estoy haciendo después de liberarlos de Egipto.  (La confidencia de Dios a Isaías:  “¡ Escuchen, cielos! ¡presta oído,  tierra! Porque habla el Señor: Yo crie hijos y los hice crecer, pero ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su amo y el asno, el pesebre de su amo; ¡ Pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento”. Is 1, 1-3)

A través del PESEBRE donde Jesus descansaba,  Jesus quiso, necesito, ser reconocido; reconocido como COMIDA para la Humanidad.  Es verdad que Lucas no menciona a los animales alimentados en el PESEBRE; posiblemente no los considerara teológicamente necesarios.

Debemos a la sensibilidad de San Francisco de Asís la práctica de representar el nacimiento de Jesus con “belenes”. Y el tuvo la delicadeza de incluir la mula y el buey que dieran calor y compañía  al Niño Jesus. Y posiblemente serenidad a su madre Maria.

Y como el comentario del Santo Padre “desmitificando”, sacando del relato de Navidad a la mula y el buey, no entra en el rango de la doctrina oficial de la Iglesia, algunos aun seguiremos arropando al Niño con esas criaturas “angelicales”. Sin el buey la mula mirando a la madre y al Niño, su desnudez hubiera sido mucho más inadmisible.

No nos resulta difícil pensar que un niño/a es hoy, al menos potencialmente, el Niño Jesus.  Y aun hoy, millones de ellos, muchos millones,  no tienen el calor de la presencia del padre. Y otros millones más, durante sus primeros nueve meses, han sido, están siendo, arropados en un vientre  lleno de calor maternal pero frio en nutrientes. Las calles son su “ portal de Belen”, sin un buey con el que jugar y el  desapego de los miles de personas que pasamos  junto a su “portal”.

Y es doctrina oficial de la Iglesia que, la gloria de Dios es que la persona viva. Y viva con dignidad; con todas sus necesidades vitales cubiertas, aseguradas.  Ya el profeta Jeremías dogmatizaba que hacer justicia, practicar el derecho, cuidar del huérfano e indigente son signos por los que se RECONOCE a Dios

También hoy la celebración de la Navidad esta ofrecida a las personas que entran dentro de los lectores de Lucas. Podría pertenecer a las Iglesias del que comenzó su vida en un pesebre y la acabo en una cruz, el relanzar un estilo de sociedad civil, libre de poderes políticos, financieros, religiosos, militares, apoyada en los valores de la armonía, la sencillez, el compartir, la humildad del que se sabe que todo es suyo y nada le pertenece, en la que la poesía, la belleza  y otro estilo de DEMOCRACIA sean las líneas inspiradoras. El estilo de sociedad civil que  surge desde abajo y acoge a todo quien tenga la lucidez de aceptar una pobreza honrada.

Os deseo que desde nuestras respectivas vivencias ofrezcamos lo mejor de nosotros para contribuir a erradicar  la miseria humana; y que seamos lo suficientemente inteligentes para aceptar seguir siendo salvados por la dignidad de los pobres.

Feliz Navidad y más feliz aun Año Nuevo.

Angel

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