“Cuatrocientos años mojada de sangre, – pero que, aún respira, –  a los pies de África, – la oración de paz y de perdón –  quiero hacerte, Señor.

Señor, perdona a la Europa  blanca. –  En estos cuatro siglos  –  los ladridos y orines de sus perros rabiosos – contra mi pueblo – han sido.

Y los cristianos, tu luz, – y  dulzura arrinconadas, – servidumbre, muerte, fuego – nos han traído.

Pero tú, olvida, Señor, – sus pequeñeces. –  bendice esos pueblos blancos. – Después de todo nos han traído la  Buena Nueva, – y han abierto nuestros ojos y nuestros corazones  – a la luz de la fe  y para conocer –  el mundo y a los del mundo.

Y junto a ellos, bendice, Asia, – América y el mundo entero – Al igual que  todos los que sufren  dolor hasta derramar sudor de sangre. – Y con las manos calientes de nuestro pueblo  –  atadas con las de esos otros – que el mundo, Señor, viva en paz.”  Leopold Senghor.

El testimonio de otro de los primeros presidentes de pueblos africanos liberados de la autoridad colonial. Julius Nyerere presidente de Tanzania. Aseguraba  que su sistema socio-político UJAMAA, basado en la filosofía bantú de la familia extendida, del “todos para uno y uno para todos” pudo afianzar sus pies en el suelo inspirado en la pobreza evangélica, la que tenemos que “empoderar”; su esencia está fortalecida por el servicio, la acogida, el bien común. En nuestra aldea global impera la pobreza material, la mala,  la que mata a muchos miles de personas diariamente. Nyerere no se refiere a esa pobreza, sino a la riqueza que la  crea. A este respecto expresa  que, si Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, no concibe un Dios ignorante, pobre, enfermo. Concluye: estos aspectos inhumanos son un producto hecho por el hombre.

San  Pablo nos dice: al que cosecha mucho nunca le sobra nada; al que cosecha poco, nunca le falta.

Son dos de los primeros presidentes africanos liberados del Occidente colonial. Forman parte del grupo de filósofos, políticos, padres de LA NEGRITUD, estilo de vida humana con la que contribuir a construir un mundo mejor. Un tipo de espiritualidad que ni el Black Friday ni la luminosidad de nuestras calles hacen palidecer la luz de la estrella de Belén.

Yahveh Dios, en su largo caminar a través del Antiguo Testamento; caminar en el que quedó probado su poder fuerte como los terremotos, el fuego como el viento que rompe rocas, fue dando pruebas de  cercanía, incluso cariñosas a su pueblo:  “¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas lleguen a olvidar, yo no te olvido.” Is. 49,15. Por voz del salmista Dios dice; “Abre la boca que te la llenaré.”

Al final de su recorrido, queriendo encontrar otra forma de estar presente en su pueblo, se acerca a una joven desconocida de Nazaret, para pedirle permiso y hacerse hombre en su vientre.

Dios es el Hombre Jesús que a través de las culturas africanas. -como en otros tiempos y lugares a través de akelarres, brujas, machos cabríos – quiere hacerse carne – encarnarse – en la SABIDURIA subyacente en estas culturas, injertándolas en su AMOR, de manera que, la voz del pobre deviene la voz de Dios.

Pedimos desde las entrañas, que esta VOZ – Palabra – llegue a Occidente

Paz  para estos días así como,  durante todos los que se vayan sucediendo en nuestras vidas.

Ángel