DEL PESEBRE A LA CRUZ – revestido de desnudez.

DEL PESEBRE A LA CRUZ – revestido de desnudez.

Comenzó cuando Dios se acercó a una desconocida de Nazaret pidiéndole permiso para servirse de su vientre y ser uno de nosotros. Y a la vez ser su madre. Y así fue; ella lo acostó en un pesebre – la ´mesa´ en la que el animal reconoce a su dueño – ¿quiso ser reconocido como comida? ¿Representaba el pesebre al Cosmos? Y  lo acompaño hasta la cruz. Desnudo nació, desnudo murió.

La vida y gestos de Jesús fueron políticos, aunque no de partido alguno. Su ética, su amor,  a favor de los pobres, las prostitutas, los desamparados,  contra la riqueza. . ., lo enfrentaron a los jerarcas del tiempo – a quienes calificó de  ´raza de  víboras´; llamó zorro a Herodes, el político de turno. Echó del Templo a los comerciantes por haber hecho de la Casa de Dios una cueva de ladrones. Los  jerarcas religiosos, sumos sacerdotes, consejos como el Sanedrín; Poncio Pilatos, el César – “no tenemos más rey que el César.” – lo condenaron. Humillado, escupido, azotado, coronado de espinas, sintiéndose solo, abandonado, declaró ser Rey – y fue crucificado. Al final lo enterraron como a un criminal, fuera de las murallas. Una muerte digna, religiosa, hubiera sido la lapidación. Le robaron hasta ese derecho. Este párrafo es historia pura y dura.

El silencio, siendo también político,  puede ser partidista: “no se moja”, “el que calla otorga”, “estómagos agradecidos”. No fue el caso de Jesús.

El silencio  apoyó un estado político, hoy rechazado oficialmente por multitudes, declarado haber sido una dictadora durante  4 décadas, con tumbas colectivas, asesinatos en sus cárceles y edificios oficiales Y  y mucho más. Un dictador,  que aún hoy día es  celebrado,  inspira a multitudes, jerarquías religiosas incluidas –  pero nadie es acusado de apología al terrorismo.

Después de la Cruz y de las catacumbas, cuando los reyes se convirtieron al cristianismo en el siglo IV,  con sus programas de conquistas territoriales, la Iglesia llegó a ostentar un poder Directo – con Cruzadas. Se pasó al poder Indirecto, hasta hoy en rigor, con concordatos: algo en la línea de los partidos que tienen que hacer componendas para conseguir apoyos y poder gobernar.

Según el espíritu de la sabiduría cósmica,  de los evangelios, a la Iglesia le podría corresponder el poder directivo. Algo así como: esto es lo que creemos, ofreciendo un abanico de orientaciones claras, para  que el/la creyente pueda tomar su decisión y tener su política de partido, partidista. Dentro de la Iglesia Católica hay feligreses que apuntan a muchas direcciones, a veces opuestas.

Se comentó que  la ley contra el aborto hizo que muchos católicos votaran a Trump, pero a su vez, ese mismo hombre,  en su programa político desampara a los económicamente débiles; apoya a los económicamente fuertes;  vende armas, apoya guerras creando muertes y destrucción; rampla con la materia prima de África, pero desprecia a los africanos etc. La Justicia norteamericana le permite sacar a migrantes de las escuelas, hospitales, iglesias y deportarlos. Ha conseguido tener plenos poderes. Por otra parte, hay partidos que defienden el aborto, pero  apoyan programas económicos más sociales, favorecen a mujeres embarazadas, y la alimentación y servicio médicos a los niños menores de 5 años etc.  Evitando muchas muertes.

Como dice el Principito: “Nada es perfecto.” No hay partido que defienda la humanidad en tu totalidad – partido significa, no totalidad.

Y, en su poder directivo,   la Iglesia podría  ofrecer a sus votantes, orientaciones sin  cargas morales, ni de fe,  en su decisión. El criterio de la Iglesia está orientado a sus feligreses; no a otras culturas, sabidurías –a las que solo podría inspirar. Dios también está presentes en esas culturas.

Estos últimos días, en un programa televisivo, basado en hechos reales, una madre al enterarse que su hija, en su trabajo de comerciar con su cuerpo, había sido asesinada, lo primero que dijo fue : “mi hija está en el cielo. Es una santa.” Ese día, al salir de casa, la hija dijo a su madre que esa noche no volvería a  casa a dormir. La madre sabía que algunas noches se quedaba en casa de un “cliente”. La madre comentaba que, al despedirse de su hija le dijo, que pronto podría dejar de tener que recurrir a ese trabajo; y que podría cubrir la educación de su hijo, de las necesidades de la casa. . .

Jesús en un par de ocasiones dice, dirigiéndose a la jerarquía religiosa: las prostitutas os predecirán en el Reino de los Cielos. San Pablo en la carta a los Romanos, 12,1 expone:” Os exhorto pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como una hostia-víctima-, santa, pura, agradable a Dios. Sea éste vuestro sacrificio cultual”– terminología eucarística. Esta mujer al ofrecer – fue sacerdote -, su cuerpo -, fue víctima, hostia – por su hijo, por su familia. Por el bautismo participamos del sacerdocio de Jesús en la Cruz. El sacerdocio sacramental, el de los sacerdotes es un servicio,  secundario al bautismal, el que nos injerta en la Pascua de Jesús.

Si de algo podemos estar seguros es de que Jesús vivió con sencillez, sin ostentación, con discreción. Respecto a  la mujer prostituta que, en una comida  delante de letrados y fariseos, con sus lágrimas y besos le lavó  los pies, dirigiéndose a ella dijo a todos: “porque amó mucho,  se le perdonó mucho.” Sin más. Se puede prostituir el cuerpo sin prostituir el alma. Cada vez que una mujer tiene que recurrir a comerciar con su cuerpo, Jesús sufre con ella, y su sacrificio es una “hostia, pura, santa, agradable a Dios.” Existe el deber social de ofrecer otro tipo de trabajo a estas mujeres. Sus clientes son siempre hombres.

Respecto a la corrupción, se insiste en el corruptor; la prostitución no es un negocio de las prostitutas. Ellas lo sufren doblemente: con el cliente y con “sus dueños” – son esclavas.

 Es difícil ver la Cruz a la base, a la raíz, de tanta ostentación, tanto poder en la lglesia. En el contexto socioeconómico, político, religioso actual, construir una estatua muy grande de Jesús, creo que de 27 metros, en un terreno público – lo oí en un programa televisivo -, dudo que se sea lo que Jesús espera de nosotros. Como alguien dijo, no debemos imponer Cristo a “cristazos.” Hay una cruz ostentosa erigida con el sudor y la sangre y el dolor de personas condenas a construirla, solo por no pertenecer al rebaño. Jesús ha bendecido cada gota de esos sudores y sangre, unida a las suyas en la Cruz. Todo ello arropado por el dolor.

No sería tan absurdo que, aunque no fuera más que por ellos, y por los que mueren por falta de un mínimo de comida y de servicios sanitarios, y  por tantos y tantos  otros  que no tienen voz,  que Jesús declare de viva voz: “Lo que habéis hecho a uno de estos mis hermanos a mí me lo habéis hecho” .

En Donostia hay un movimiento a favor de remover la estatua del Sagrado Corazón de Jesús del monte Ulia – construida, sin duda, con toda legalidad, Para un sector donostiarra,  la estatua es  un vestigio de la dictadura arriba mencionada. Por lo visto ya ha comenzado el “tira y afloja”: se construyó durante la dictadura,  pero  el proyecto fue presentado durante la República. Estos argumentos pueden llegar a crear animosidad.  Creo que, los defensores de su presencia, tendríamos que consultarlo con Él, antes de entrar en dialogo con el oponente.

Ángel                                                                                                                     Julio 2025

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