Apoyo a huérfano/as mediante educación y cobertura de necesidades básicas
Programa dirigido a los huérfanos y huérfanas de Wukro y alrededores, en el que se les proporciona un hogar seguro, educación y cobertura de sus necesidades básicas. Los huérfanos/as comparten el hogar entre ellos y una persona se encarga de supervisar la correcta convivencia, educación, salud y nutrición de los niños y niñas.
Cómo surgió la idea innovadora para cuidar de los huérfanos
Ángel Olaran llegó a Wukro a principios de los años 90 para inaugurar un colegio de secundaria. Con todo esto, se dio cuenta muy pronto que además de la Escuela y la Misión, se necesitaba un orfanato. Un hecho cambió la perspectiva y se apostó por un sistema innovador para acoger niños y niñas sin padre, o sin padre ni madre, que no tenían donde ir a parar.
Pero un hecho cambió la perspectiva: cuando 5 hermanos sin padre perdieron también la madre; un grupo de vecinos presentarse a la Misión diciendo que si económicamente les fuera posible, ellos los protegerían y cuidarían. El ofrecimiento se repitió varias veces por parte de vecinos de niños huérfanos. De ahí surgió la feliz idea de apoyar económicamente a estos vecinos para que pudieran hacerse responsables de estos niños.
Solución alternativa al orfanato
Solución muy preferible a la de un orfanato, donde las relaciones son necesariamente más despersonalizadas. Algunos de estos niños empezaron a decir ‘padre’ y ‘madre’ a sus protectores, incluso después de haberse cambiado a otra casa. Otras fueron realmente adoptados por las familias como hijos propios.
La gran apuesta por este sistema consistía en que los hermanos seguían unidos, formando una familia, y que el mayor o más grande (que podían tener 10 o 12 años) adquirían la responsabilidad de actuar como padre o madre más pequeños: administrar el dinero, poner orden en sus vidas … funcionó (y aún funciona) estupendamente, y esa fue la gran alegría. Un grupo de mujeres se encargan de vigilar semanalmente 5 familias cada una: la limpieza, el orden, la comida, los deberes escolares, etc .; y si los niños no pueden cocinar por ellos mismos, otro grupo de mujeres les prepara la comida.
Todos juntos forman una «familia de familias»
El número de familias con niños huérfanos fue creciendo rápidamente (y sigue creciendo) y ya resultaba imposible para el Ángel de estar atento a todos ellos; por eso pasó a la administración de esta red en Wukro Social Development Program, que atiende a los huérfanos y les da lo necesario. Hoy son 12 las mujeres que cuidan estas familias, y 12 las cocineras, además de los 5 asistentes sociales de la Oficina de Servicios Sociales. Todos juntos forman una ‘familia de familias’, con Ángel Olaran ejerciendo de padre -o, ahora, de avisos de cientos de niños; y no sólo individualmente, sino también como grupo.